Italia, Polonia y España se alzan como los países más abiertos a las nuevas tecnologías, según revela un reciente estudio confeccionado por TeamViewer. Tendencia que resulta particularmente relevante entre los empleados que no disponen de un lugar fijo donde desempeñar sus tareas. De este modo, más del 60% del total de los currelas patrios cree que estos avances serán de vital importancia a la hora de desarrollar sus funciones, mientras que aquellos que sí disponen de un centro donde realizar su trabajo le conceden una menor importancia. Entre estos últimos, quienes acuden diariamente a la oficina valoran más todos los aspectos relacionados con la ciberseguridad y la comunicación online, seguidos por quienes se ganan el pan en los servicios de campo, producción o logística que se centran en tener todas las funcionalidades de la ofi y la seguridad que proporciona el servidor de la empresa.
La encuesta, por otra parte, pone de manifiesto que muchas compañías no tienen todavía una idea precisa de cómo digitalizar los empleos alejados del tradicional escritorio, aunque a la luz de los datos cerca del 80% de la mano de obra mundial se engloba dentro de la llamada ‘deskless workforce’. Así que uno de los grandes retos consiste en que esta fuerza laboral se suba al carro de la modernización de la economía. La muestra, no obstante, recoge cómo el 13% de los entrevistados teme ser devorado por la tecnología. Y uno de cada cuatro trabajadores espera ser sustituido a la hora de afrontar las actividades peligrosas y tareas rutinarias en el futuro, cifra que asciende hasta el 65% entre el empresariado. Por último, cabe resaltar que los ciudadanos de los países centrales de la UE, Alemania y, en especial, Francia valoran las tendencias tecnológicas por debajo de la media.